Segunda ronda del 1er coliseo: Bebe vs Naito.-

Cada vez parecía haber más público presenciando aquellas batallas del infierno. Y lo peor es que parecían estar cada vez más animados y ansiosos de poder ver batallas entre los pequeños pokémon de los participantes, ya que por momentos, a la rubia le parecía oír más y más gritos provenientes de las gradas, todos ansiosos porque la batalla diese comienzo.

- Chicos... ¿Estáis listos? - Preguntó mirando a su pareja eléctrica. Estos asintieron y saltaron uno al hombro de Bebe y el otro a su cabeza a medida que las puertas se abrían. La chica caminó hasta su posición en el campo de batalla saludando un poco al público y luego dirigiendo su mirada al que sería su oponente, quien estaba mirando hacia una alta torre.

Como acto reflejo, la joven también miró hacia arriba, pudiendo ver al que parecía ser el anfitrión de aquellos extraños juegos junto al mismo bufón de la anterior ronda. Al ver aquel macabro payaso la joven no pudo evitar entrecerrar sus ojos, mostrando una leve mueca de odio hacia aquel individuo.

De la nada, de haber estado junto a Genesis, ahora el bufón se encontraba frente al otro chico, cuyo nombre parecía ser Naito. Le había preguntado algo pero no le dejó responder, dándole en su lugar una sonora y cómica bofetada que provocó la risa en el público, en la chica y en sus pokémon. En mitad de su risa, el bufón realizó la misma acción de antes, pero esta vez apareciendo frente a ella. Bebe iba a responder, pero al abrir su boca, en vez de palabras salió un pequeño grito al notar un pellizco en su brazo izquierdo. Fue a mirarse el lugar dañado para soplar y aliviar el dolor, pero en vez de la usual pequeña marca rojiza, había un texto escrito. "A pelear."

Al parecer, el sondeo que se le hizo al público acabó con el resultado de que sería Naito el que comenzaría la batalla, liberando a un Gastly y a un Bronzor. Bebe torció el gesto al ver el pokémon acero-psíquico, ya que era un pokémon al que le tenía manía desde hace mucho tiempo, sin saber aún por qué. Antes de que Bebe enviase a sus pokémon a la batalla, el joven les había ordenado realizar Velo sagrado para protegerlos, algo bastante inteligente a decir verdad.

- Plusle, Minun, ahora sí es vuestro turno. - Dicho aquello, los conejos eléctricos saltaron de su cabeza y hombro a la arena del campo de batalla dispuestos a arrasar con el equipo contrario. Naito, al parecer, había ordenado a sus pokémon realizar Giro bola y Tinieblas. Entonces, Bebe sonrió. Se le había ocurrido una forma de evadir ambos ataques utilizando un movimiento bastante original. - ¡Plusle, Minun, salten sobre Bronzor y realicen encima suya Refuerzo, uno sobre el otro! - Diciendo aquello, los dos pokémon saltaron sobre Bronzor, que al ser plano estaba girando como un frisbee por el campo de batalla. Gracias a aquello, lograron esquivar los rayos de Gastly y además, realizaron el típico baile imitando a animadoras con sus pompones hechos de chispas, mientras realizaban aquel ataque de apoyo para ayudarse mutuamente.

Bronzor acabó de girar viendo que le resultaría imposible atacar a ambos pokémon desde ahí abajo, y Plusle y Minun se bajaron, esperando las órdenes de su entrenadora. Bebe estudió por un momento los tipos de sus oponentes y rápidamente pensó en la estrategia. - ¡Minun, usa Bofetón lodo sobre Bronzor! ¡Plusle, tú lánzale una roca a Gastly usando Lanzamiento! - Aquellos ataque estaban bien pensados al ser uno de tipo siniestro, con ventaja sobre Gastly, y el otro tipo tierra, con ventaja sobre el tipo acero de Bronzor. ahora todo quedaba en manos del destino y que los otros pokémon no esquivasen los ataques de los de la chica.

De nuevo, los ataques de la chica sólo salieron bien parados por un lado, pero esta vez fue por parte de Plusle en vez de por Minun. El Bronzor enemigo había esquivado con facilidad las bolas de tierra que Minun había creado, mientras que Gastly recibió directamente el ataque de Plusle al encontrarse esta más adelantada.

La chica ahora saltaba y aplaudía emocionada. Los pokémons contrarios estaban igual de agotados, aunque Minun también estaba en sus últimas, por desgracia para Bebe. Aún así, la falta de energía por parte de los pokémons contrarios hizo a la chica pensar que el final del combate y su victoria estaban realmente cerca, ya que si acertaban un golpe más sobre Minun, este caería debilitado.

El turno de Naito comenzaba de nuevo. El chico le ordenó al tipo fantasma que le devolviese el mismo ataque a Plusle, quien fue víctima del rayo negro y fue expulsada algunos metros hacia atrás. Aquello llenó de expectación al público que comenzó a gritar furiosamente al ver que por fin el conejo eléctrico de carga positiva había recibido su primer golpe desde que comenzó la batalla.

Por otro lado, cuando Bronzor fue a parar sobre Minun para dejarse caer sobre él, Bebe alertó a su pokémon, el cual reaccionó rápidamente y se apartó de su oponente, pasando a buscar a su compañera para evitar que esta saliese peor herida de la situación.

Minun tomó en brazos a Plusle y la llevó cerca de Bebe. Plusle abrió los ojos después de unos segundos y sacudió su cabeza, limpiándose el polvo que se le había quedado encima por la caída.

Por fin, el turno de ataque de la chica había llegado. Tenía la estrategia pensada desde el comienzo del combate, sólo que prefería dejar las más espectaculares para el final. - ¡Minun, doble Bola voltio al aire, encima de ellos! - Minun volvió a reunir todas sus fuerzas para crear un par de esferas eléctricas y las lanzó hacia donde su entrenadora apuntaba. Bebe esperó el momento justo para continuar con la orden, y cuando vio que ambas esferas estaban en su posición perfecta, terminó el ataque. - ¡Plusle, ahora tú utiliza doble Trueno para hacerlas bajar! - Dicho aquello, la pequeña Plusle se envolvió en una gran aura eléctrica e hizo que dos truenos impactasen en la parte superior de ambas Bolas voltio para que estas ganasen fuerza y velocidad a medida que se acercaban a sus objetivos.

Ahora los nervios llegaron a la rubia. Si fallaba, el combate se igualaría de una forma muy desventajosa para ella, ya que el combate se convertiría en una batalla realmente dura, pero si acertaba con ambos ataques, podría dar fin a aquel combate y llevarse la victoria con ella.

Por desgracia, sólo una de las esferas eléctricas logró acabar con uno de los pokémons enemigos, el cual fue Bronzor, que cayó al suelo pesadamente causando al público gritar de forma descontrolada. Los abucheos y gritos de ánimo tanto como para Bebe, como para Naito se vieron triplicados con respecto a la cantidad y volumen normales al ver al Bronzor del chico caer al suelo.

Bebe, por otro lado, miraba sin borrar la sonrisa burlona de su rostro cómo Naito se desesperaba. Se le notaba en la cara el sentimiento de agobio y de horror al saber que iba a ser derrotado y la rubia disfrutaba viendo aquello. Parecía que a pesar de todo, el torneo sí le estaba empezando a afectar en la forma de pensar...

De repente, el chico pareció sonreír. Bebe abrió los ojos alzando las cejas al ver aquella expresión en el chico, ya que era lo que menos se esperaba en ese momento. Aún así, lo que dijo a continuación le hizo volver a esbozar la misma sonrisa burlona en su rostro, ya que sólo se estaba excusando de la irremediable derrota que estaba a punto de llevarse.

- ¡Minun, vuelve aquí, deja que Plusle siga la pelea! - Minun tosió un poco y se retiró al hombro de Bebe para recuperarse un poco mientras miraba a su compañera continuar la pelea. Plusle miraba a su enemigo determinadamente. No le tenía miedo, ya que sabía que al fantasma le faltaba poco para caer derrotado. Esto se sabía por el aspecto desgastado y cansado de Gastly, además de que respiraba con dificultad.

A pesar de su condición, Gastly se las apañó para reunir sus últimas fuerzas en otro Pulso umbrío. - ¡Plusle, esquiva con Ataque rápido pero no ataques, sólo quédate detrás! - Plusle al decir aquello, evitó ágil y velozmente el rayo oscuro que provenía de la boca del Gastly y ahora se encontraba a su espalda, realmente cerca de él. - ¡Ahora usa Mimético otra vez y termina con él! - Y diciendo aquello, Plusle copió el movimiento de su rival, haciendo que sus ojos se pusiesen blancos y disparando el mismo rayo oscuro por la boca, haciendo que el ataque fuese más difícil de evitar gracias a la cercanía entre ambos pokémons.