Cada paso cuenta...

"Nunca esperes que los demás hagan lo que tu puedes hacer". Eso le decía siempre su abuela y es lo último que le quiso decir antes de verse por última vez. Esa oración, una simple frase de 11 palabras ha marcado su vida para siempre. Desde muy pequeño siempre ha intentado seguir al pie de la letra lo que significa esa frase. Él sabía que provenía de una persona con mucha experiencia. Ella había sido una grandísima coordinadora y él quería llegar a ser igual que ella.

Todo empezó cuando conoció a su pequeña y encantado Surskit de la que se enamoró nada más verla. Vivía en un lugar donde los pokémons de tipo fuego eran lo más y siempre había querido ser diferentes a los demás, no seguir las mismas reglas ni las mismas convicciones. Y así fue como empezó a entrenar a su pequeño bichito con el que hoy en día tiene una fortísima relación. Si bien es cierto que gano todas sus batallas en su pueblo natal. Nunca se decidió realmente a entrar al gimnasio, ni se planteó nunca el convertirse en un entrenador pokémon, sino lo que el quería era convertirse en un coordinador experto como lo había sido su abuela. De esa manera fue como decidió viajar a una nueva región donde poder convertirse en uno de los mejores coordinadores. Ahora piensa conseguir muchos pokémons y poder conseguir todas las cintas, aunque puede que alguna fiesta o alguna juerga si que se pegue.